Al crecer los ojos se van desarrollando por
separado, van madurando sus estructuras. Cuando alcanzan esa madurez o agudeza
visual aparece la visión binocular en la
cual se integran las capacidades visuales de ambos ojos.
Si la información que percibe de cada ojo
el cerebro es muy dispar o distinta entre ellas aparece la ambliopía u “ojo
vago”. Es un mecanismo que tiene el cerebro de evitar la
visión doble o diplopía ante imágenes no semejantes.
Por eso es importante observar bien a los
niños en los primeros años de vida y cuando van al colegio donde se fijan en la
pizarra, aprenden a leer, hacen deberes. Prestar atención si el niño:
- Se acerca mucho a los libros
- No comprenden bien la lectura o se saltan líneas
- Inversión de letras o números
- Hiperactividad en la clase
- Si la visión es borrosa, fatiga visual y dolor de cabeza ( astenopía)
- Si cierran los ojos o los entornas o hacen movimientos raros de la cabeza
- No escribe bien a mano cuando los demás de la clase si lo hacen
- Picor y enrojecimiento de los ojos
- No ve bien de lejos o de cerca
Es importante detectar a tiempo una ambliopía para el buen funcionamiento del sistema visual durante su etapa de adulto. Una revisión por parte del óptico-optometrista detectaría una posible mala agudeza visual y ser tratada tanto con gafas , lentes de contacto o ejercicios de terapia visual para una buena calidad del sistema visual